Ruta en Rumania y Bulgaria - Crónica

La ruta:

Ver Rumania y Bulgaria en un mapa más grande

31 de Marzo

Llegamos al aeropuerto a las 18:00! ¿Una hora antes de estipulado habiendo salido tarde de Munich? Ostia, Que hay que cambiar la hora!

Afuera nos esperan con una 650 GS... o eso me hubiese gustado. Que va, es una F650 CS, mira como la abreviatura de Couchsurfing, igual tenemos suerte.

Tampoco. La moto se suponía que iba a tener maletas rigidas laterales y top-case. Ni lo uno ni lo otro. Además, podríamos pensar que está en condiciones óptimas. Jajajajaja... debió de estarlas algún lejano día. Los neumáticos rajados, roces por todos lados: EMPIEZA LA AVENTURA a lomos de “El CaScarrio”.

Nos esperan en Ploiesti una pareja de nuevos Couchsurfers que nos van a alojar. Los llamamos y nos dicen que salen a buscarnos en coche a la entrada de la ciudad. Ane y “Florin” que era su santo, majos, muy majos. Nos llevan a casa: nos presentan a Tzuchi su perrita embarazada. Aparcamos en un sitio seguro, por gentileza de Vlad que pone su coche en medio para que no se la lleven.

Hoy nos espera también cerveza, filetes de elefante, ensalada de huevos de pingüino, mamalyga y tarta de leche de Panda y frutas de pasión. Eso, muchas risas y alguna cerveza más nos deja ese dulzón de haber conocido a dos personas estupendas.

Mañana toca paseito y visitas en El Cascarrio: A dormir!

Día 1 de Abril

Nos levantamos, tomamos café, fuman, tomamos otro café y huevos revueltos, queso y tomate. Cagate lorito con el desayuno. A esto de las 12 nos acordamos de que habíamos venido a andar en moto. Bota, bota, bota, bota....

A esta moto no le han regulado o revisado las suspensioneso la amortiguación traseras en su vida. En fin: Por minutos lo de “aventura”o más conocido en Semana Santa como “calvario”. Sea que las carreteras de Rumanía están rotas, pero con unas suspensiones trail bien reguladas este dolor de espalda que tengo al final del día por 300 km de mierda no debería haber aparecido.

Bueno vamos a aparcar las penurias.

Rumanía, casi tanto como Bilbao: Es La Ostia!!!! Y, definitivamente la moto es el vehículo para visitarla.

A pesar de que salimos a las 12:00 de Ploiesti hacía Rasnov y Bran, el frío me hace sentir un dolor espantoso en las manos: Hace frío en las montañas, pero es tan impresionante el paisaje, los pueblos, etc. que se te olvida que tienes las manos moradas.

Las manos moradas pero dejando claro de dónde somos...

Después de los castillos de Dracula (Bran) y Rasnov que estaban bien, llegamos a Brasov, tiene una ciudadela muy bonita y la arquitectura en general es chulísima. Nos empieza a nevar así que paramos la moto y damos un paseo.

Las 17:00!! Nos quedan dos horas y media de buena luz. Es importante la luz en Rumanía y con “El Cascarrío” que Gosia me informa que tiene una luz delantera fundida, y los baches los puedes contar por decenas. Vamos, diez en un metro cuadrado en el mejor de los casos y una solo por metro cuadrado en el peor de los casos: y esos están a la salida de las curvas para más acojono.

Por la nacional hasta Fagaras y antes no he cogido mas de 120 y los rebotes de la moto me tienen muerto.

Fagaras: ¿Quién ha señalizado este país y, especialmente, este pueblo? No hay forma de encontrar la carretera que queremos así que preguntamos a un tipo medio ciego que anda en una bici de la época de la CCCP.

Para mi que o nos está diciendo que no existe o que estamos locos. Nos recomienda seguir hasta Voil y de ahí hacía Cincu y Angita. “Medieval” le he entendido. Para mi que todas las carreteras aquí son de esa época en cuanto sales de las principales.

“Mira, mira, mira” - Los intercomunicadores chinos que estrenamos en este viaje tienen ahora sentido. De la carretera no hablemos. Pero los pueblos y Los Castillos son preciosos. Pero increíble. Verdaderas fortificaciones pequeñitas y de piedra que nos lleva a aparecer finalmente en SIGISHOARA. La ciudad de la época.

A sigishoara llegamos de noche.

Día 2 de Abril

7:00 – Koldo se despierta “Venga vamos a dormir un poco que es pronto.”

8:00 – Koldo se aburre, no duerme; salta sobre su presa llenándola de besos.

9:00 – En pie. Desayunamos y damos un paseo por toda la ciudadela Sigishoara. Es tan bonita o más que de noche. A las 10:00 la moto sigue congelada. Asi que damos un paseo.

A las 12 ya no queda escarcha sobre la moto, hemos dasayunado, repasado los mapas, los posibles “host” de los siguientes días en Internet. Todo.

12:00 – Nos ponemos en marcha. Hoy la idea no es visitar pueblos sino andar por el centro de Transilvania y cruzar pol el Carpatos a Gilau donde nos espera host del viaje.

15:00 – Llegamos a Alba Iulia, va siendo hora de comer.

15:45 – Cogemos la moto, nos sorprende que las maletas sigan sobre la moto prevenidas como estábamos de robos y violencia en este país.

16:00 – Hemos conseguido que la moto no pegue mas botes!! Para ello hemos tenido que partir la amortiguación.

Nada más salir de dos curvas enlazadas en la recta noto que la moto cae unos centímetros y se bloquea la rueda trasera: unos 10 o 20 metros de derrapada y nos quedamos en mitad de ninguna parte sin poder ni bajarme, ni poner la pata de cabra, ni nada...

Gosia la sujeta de un lado y bajo, haciendo el salvaje la saco a saltos mientras Gosia mueve la dirección como le digo para sacarla de la carretera. Seguido para un coche, un chabal sale, le explicamos el problema y llama al tipo que alquilamos la moto.

17:40 – Todavía esperamos. Los de la compañía dicen que se vienen de Bucharest. Que nos quedamos en un hotel. Pero si estamos en mitad de ningún lado!

18:30 – aparece un tipo con un remolque y nos lleva a un taller. “Mañana la arreglarán”. Yo lo dudo bastante salvo que tengan una amortiguación nueva.

20:00 – Legamos al Motel que nos han dicho. Es cutre que te cagas. Duchita y decidimos que estamos mejor tomando una cerveza en el centro. Taxi y pa'lla.

Acabamos el extraño día entre comida, cerveza y risas. Ni tan mal.

Día 3 de Abril

A las 10:30 nos llaman desde la compañía de alquiler de motos. Que pasemos por el taller que “la han arreglado”. Mala suerte para ellos que hoy estoy más tranquilo y, en vez de coger Gosia, les he cogido yo. “¿Que se supone que es lo que estaba mal y que han arreglado? “ - ,- “ El tornillo se partió y han puesto uno nuevo”. Muy educadamente me cago en sus muertos, en sus vivos, en la poca idea que tiene de mecánica y en el hecho de que me trate como un tonto. Cuando le he cogido ya le temblaba la voz, pero tras explicarle un par de cosas sobre amortiguaciones “que vayamos, probemos y si no esta bien le llamemos”.

Tras explicarle al del taller, que no es un viaje de un par de cientos de kilómetros sino de un par de miles el dice que “NO GARANTIZA QUE AGUANTE, que realmente hay que cambiar la amortiguación”.

A las 11:30 salimos de viaje. El día: precioso, sol, calorcito y paisajes maravillosos. Pero vamos tensos, seguimos sin amortiguador y no tenemos garantía de que eso aguante.

El día se va convirtiendo en otro pequeño calvario. El cauce de llamadas entre nosotros y la compañía se van sucediendo, pero no parece que lleguemos a ningún acuerdo: “Nos piden que vayamos hasta Bucharest para cambiar la moto sin costo alguno. Estoy hasta la polla. Llamamos a un colega de Gosia de Polonia, es abogado, y a ellos les decimos que se han acabado las tonterías, que o traen una moto con garantía o que directamente hablen con “su asesor legal”. En todo el día no le han cogido el teléfono de Jaś. Sin embargo, nos llaman y nos preguntan cuando llegaremos a Sibiu. En 2 días más. Ahí nos cambiarán la moto.

 Con tanto salto vamos perdiendo cosas de la moto... ahora ya si que vamos de ilegal total:

Las carreteras secundarias con baches y las principales con camiones... no sé qué prefiero.

 Se nos hecha la noche y aun no estamos ni orientados hacia donde tenemos que dormir.

 De hecho por querer atajar acabamos en un monasterio al que llegamos haciendo off-road. SI la amortiguación era inexistente, pero dado que si existiese el camino que aparecía en el mapa nos ahorrábamos 100 kms. Obviamente, acababa en el monasterio este que cuando llegamos y entre con mis pintas a la señora los ojos se le salían de las órbitas.

Por ahora, a las 23:00, estamos en casa de Adrian, un slow-rider que vive a 50 kms de Timisoara. En una granjita que el sólo lleva adelante en sus ratos libres ya como trabaja como IT developer freelance.

Un tío fantástico, extrovertido e inteligente con muy interesante estilo y proyecto de vida.

Nos explica un montón de cosas sobre historia, cultura, gastronomía etc. de aquí.

Día 4 de Abril

Por fin, un día tranquilo. A la mañana nos enseña los animales y explica los proyectos que tiene. Piensa a convertirlo en una granja ecológica.

Es ese tipo motero que cuando la gente lo ve vestido de negro deja volar su poca imaginación que siempre nos lleva a una de las más macabras películas. Un tío estupendo por dentro y por fuera y que piensen lo que quieran.

Nos ayuda a troquelar una nueva matricula ya que el día anterior perdimos la original:

Hago una tortilla de patatas para que la pruebe, realmente es la más fea que he hecho en la vida pero de sabor está bastante buena.

De ahí a las 15:30 hacia Timishoara que es una ciudad con un gran valor histórico, pues cuando Ceaucescu salio a dar el discurso al balcón del teatro la gente le echó un par de huevos y le abucheó. Fue el principio de la revolución.

Pero, por lo demás, es una ciudad sin más.

De ahí hacia Lugoj. ¿Que tiene el pueblo? Dependerá de quien te lo explique. A nosotros nos acoje en casa Roxi y su familia y su amigo polaco. Ella nos enseña cada rincón, cada parte de su vida, contextualice lo que vamos viendo.

Roxy, la chabala que nos va  alojar, tras darnos una ducha se acerca con unas llaves de coche ¿Quien conduce? Los dos tenemos carnet, pero soy yo el único que se atreve a conducir, al parecer el amigo polaco de su padre con quien ni he hablado ni casi he visto, nos deja su coche para dar una vuelta por la ciudad. El coche:

Que, aunque no el más potente que he conducido, si era el más preparado.

La ciudad:

Y hay que decirlo también, que bueno está todo. La familia nos mima hasta el infinito. Gosia dice que nos tratan como a un Dios. Baco nunca bebió tanta cerveza en el Olimpo, ni Afrodita repartió tanto amor como el que nosotros hemos recibido estas últimas 24 horas. Y, para colmo, nos han dejado el coche para movernos por la ciudad.

Además, se hacen participes de nuestro problemilla con la moto y tratan de ayudarnos.

El colega polaco nos invita a 8 litros de cerveza que nos vamos bebiendo hasta las 3:00 de la mañana.

Esta gente queda también en nuestros corazones.

Día 5 de Abril

A las 9 estamos en pie. Tenemos el desayuno al poco de levantarnos esperándonos. Seguido nos enseñe las obras de arte que hace Roxy en los muebles que decora y nos lleva a ver: una escuela rumana mientras nos explica como funciona y que, por defecto profesional, me interesa enormemente; el teatro en el que en pocos minutos van a empezar una obra para niños. Pero, es que como también actuó hace unos años nos lleva al backstage y nos presenta a todo el mundo; y el mercado de abastos.

Todavía es la mañana, tenemos algo en e jardín mientras confirmamos que mañana nos encontraremos con los de la compañía de motos en Sibiu. No sabemos si nos traerán otra moto, las maletas y el dinero que pagamos a unos amigos para que nos partan las piernas. Mañana veremos.

  

Hoy nos vamos hasta Huendoara que tiene un castillo espectacular y de ahí a Salasu de Sus a un refugio para viajeros en el que vive Mihai. Nos espera con una gran sonrisa y un té que el mismo hace mezclando algunas hierbas de la zona.

Es extraño, parece esquivarnos, pero bueno una persona que recibe 500 personas en su casa por año también necesita su espacio y su tiempo. Al de un rato ha venido a hablar con nosotros. Es un tío inteligente y simpático pero muy peculiar.

Día 6 de Abril

Hoy por fin hemos conseguido que acepten venir a Sibiu a cambiarnos la moto o a devolvernos el dinero.

Salimos temprano para coger una pensión o algo antes de que lleguen, darnos una ducha y comer algo.

Llegan tarde, pero por lo menos así nos da tiempo a terminar de comer. Nada más llegar empezamos con movidas. Al final, resumiendo cuentas, dos horas de discusión para nada, no nos cambian la moto y nos ofrecen 300 euros en vez de los 720 que entre una y otra cosa hemos pagado. Finamente aburrido de perder el tiempo de mis vacaciones le digo que si nos da 400 euros lo dejamos, seguiremos el viaje como sea pero no en esa guillotina con ruedas.

Nos percatamos de que con la maleta grande, la mochila y dos cascos nos va a ser imposible seguir. Hay que agudizar el ingenio. Vamos al DHL de Sibiu a preguntar precios. Cierran en una hora y al decirles que nos acercaremos a la mañana siguiente con las maletas, nos dicen que es Sábado y no abren. ¡Los muertos! Si es que no sabemos ni en que día vivimos. Nos toca jugar al corre que te pillo y todavía ni tenemos dirección donde mandarlos en Bucharest. Llamamos a la gente que nos acogió en Ploiesti: “no hay problema”.

Bueno, hacemos currar media hora más a los de DHL pero parece que podremos seguir el viaje.

¿Como?

Probaremos algo nuevo para ambos: el autostop y también, por tener una idea de como es aquí, el transporte público.

El resto de la tarde paseamos, nos informamos de horarios y cenamos: POR FIN TRANQUILAS!!!!

 Como se vé, tiene un caco antiguo precioso. Y por fin, a cenar... estupenda comida a un precio muy razonable.

Día 7 de Abril

Desayunamos y empezamos la mañana pidiendo favores: que si unos cartones, que si unos rotus...

hacemos un letrerito que pone los nombres de dos ciudades por las que tenemos que pasar y la de destino y nos acercamos al cruce donde se bifurcan las salidas a algunas de las principales ciudades de Rumanía, poniéndonos en un lugar donde los coches acaban de salir de un semáforo y o van muy rápido, teniendo justo de nosotros sitio suficiente para que paren sin problemas. Ni diez minutos y dos mujeres nos llevan camino del siguiente pueblo, nos adelantaran 100 kms. Genial!!!!

Las mujeres nos preguntan lo típico, de donde somos, a donde vamos y como así se nos ocurre hacer autoestop en Rumanía con lo peligroso que es... empiezan a hacer llamadas, mientras conduce maneja magistralmente dos móviles a la vez... no me preguntéis cuantas anos tienen los Rumanos, hoy he perdido la cuenta.

Dos horas más tarde estamos en el siguiente pueblo, Ramnicu Valcea, eso sí, nos han llevado a la estación de autobuses y no se mueven de ahí hasta que les aseguramos repetidas veces que ya hemos comprado los billetes de autobús y que en 25 minutos sale el autobús. Bueno, habrá que seguir en bus. Este nos lleva hasta el siguiente pueblo, pero no hay directo a destino, así que allí nos tocará hacer trasbordo. ¿Cómo definir el microbús o macrotruñoneta esa?

En fin después de la moto que por fin nos hemos deshecho de ella, este debe ser el siguiente mayor truño que hay en toda Rumanía. Madre mía que incomodo, que viejo y sucio es el trasto ese. Tardamos la vida y hace un calor de espanto. No sé a qué hora llegamos a Craiova, debe haber tardado como otras dos horas y media o tres o más en hacer 150 kms... Decidimos comer algo antes de buscar el siguiente autobús, con lo que tardan ahi en ir de un sitio a otro podemos morir por inanición.

Esta es la planta de roca que le dio Roxy a Gosia y que quiere plantarme en casa... ¿llegará a Bilbao?

Y como veis los Horreos no son cosa única de Galicia y Aturias, en Rumania los hay a patadas.

De Craiova a Calafat tardaremos algo menos, la carretera es mejor y el autobus también. Desde que nos subimos un padre de familia con sus dos pequeñajas, desdentado y sonriente, de lo más peculiar se interesa por nosotros y parece simpático, le contamos nuestra vida en verso. Hasta que otro, que estaba de pie en el pasillo con unas pintas de chuloputas impresionantes y con una borrachera de espanto, le pasa uno 8 leis y éste empieza a largar por esa boca de donde somos, a donde vamos, que vamos a cruzar la frontera... El chuloputas amigo del padre de familia se pone a hacer llamadas. Gosia empieza a cambiar de color y a mi se me están hinchando los huevos hoy que parecen de avestruz. Estas llamadas no suenan para nada como las que hacía la otra señora a la mañana para informarse de horarios, estaciones de autobuses, y conexiones. Tenemos muy claro que nos quieren meter en algún marrón bastante grande por el tono. La atmósfera en el autobús se enrarece, la gente parece no querer mirarnos ni saber nada de nosotros; el padre de familia se para unos pueblos antes despidiéndose diciendo que tengamos cuidado que hay muchos ladrones y yo que, con un ojo estoy buscando el cartel que me diga cuantos kms nos quedan para Calafat y con el rabillo del otro no le quito ojo al chuloputas arrogante, solo estoy pensando en qué, como y cuando voy a tener que salir de ese bus intentando dejarlo a él dentro. Es la única salida que veo, porque intentar desnucarlo me traería más problemas que soluciones.

Quedan 15 kms, Gosia me dice que le ha puesto en un sms que nos bajemos en el hospital que vive ahi a lado. A todo esto, la gente se va bajando en los pueblos y el pasillo se despeja, voy viendo que nos acercamos a la ciudad y, el tío, se sienta en ls últimos asientos justo en mitad de los 5, a nuestro lado. Yo estoy negro, como no vea el hospital ese pronto, va a adquirir mucha fuerza el plan B y yo ni estoy en forma ni me he pegado desde que dejé la escuela primaria. No estoy para tonterías y los huevos se arrastran de lo tensa de la situación. En ese momento se me pasa por la cabeza: por estas cosas yo viajaba solo; solo, esto no pasa y, si pasa, tienes muchas más salidas.

Llegamos a Calafat y... NOS BAJAMOS! Me pongo en pie y ella que aun no ha visto nada, duda. No se duda en estas situaciones, pero eso se lo explico luego a ella. Aunque no hubiese estado el hospital al principio del pueblo (que fue lo que, sobre todo me hizo reaccionar porque el calor me tenía bastante atontado) no nos quedaba más que bajarnos antes de llegar a donde los colegas del anormal ese pudiesen estar. Así que la entrada del pueblo era la ultima parada posible para nosotras. Avanzo por el pasillo del autobus, pero muy atento a que él no haga ademán de bajar.

Estamos en Calafat Decidimos que es más limpio rápido y seguro el autostop, así que intentaremos movernos así por Bulgaria.

El Danubio.

Aquí, en Calafat, nos espera Yasmin, una chica Turca afincada en esa ciudad y que trabaja como voluntaria con las comunidades Gitanas locales. Además se ha pasado los dos años anteriores viajando por Europa de hitchhiking. Resulta ser una tía simpática e interesante.

Mañana quizás nos lleve a ver las comunidades gitanas; mañana es el “Rroma international Day”, motivo por el cual llegábamos hoy a la tarde y teníamos pensado quedarnos el día siguiente entero, para participar en la fiesta que ella, junto con las comunidades, había organizado. Yo le he traído algunas fotos y cartas en Rumaní y Euskera de alumnos mios que las semanas anteriores había estado dándoles clase en Gautegiz Arteaga. Por desgracia, en esa fiesta no van a poder participar mis alumnos esta vez, por alguna conveniencia del ayuntamiento han tenido que adelantar la fiesta un día. Mis alumnos, Gosia y yo, no podremos ver ni participar esta vez en un evento tan peculiar.

Día 8 de Abril

Nos pasamos el día entero, literalmente, durmiendo.

Día 9 de Abril

Madrugamos, queremos llegar media hora antes de que salga el primer ferry que es a las 7:30. ¡Ostia! ¡ Eso que se oyen son ruidos de motores de camión y golpeteos metálicos! ¡Están embarcando y nosotros como a casi un km! Pagamos a la carrera y el de los pasaporte ni los mira, los abre y cierra, le importa tres cojones quien vaya a Bulgaria. Lo cogemos por los pelos. El tema de los horarios debe ser orientativo porque antes delas 7:30 ya estamos en la otra orilla dentro de un volkswagen familiar con un carro en el que llevan otro coche, y un walkie-talkie sobre la guantera.

Gosia no quiere que les saque, pero bueno, tiro una a ver como salen... ;)

Dos tipos desaliñados que en cuanto llegan a la frontera de Bulgaria le dan un billete de 20, unos 10 euros, entre los papeles del coche. Empezamos bien el día, ¿pero donde nos hemos metido? Los tipos, muy agradables en el trato, ya nos han dicho que no van a Sofia sino a Montana. La cosa es que aunque está camino de Sofía, no deben querer ir por la principal para evitar controles y damos un rodeo de “Aupa el Erandio”. Tardamos 20 minutos más como poco, pero sin incidentes. En Montana en seguida nos paran gentes, currelas, en una camioneta cochambrosa y nos explican en perfecto Bulgaro que estábamos mal colocados, así que acceden a llevarnos hasta donde deberíamos estar. Resulta ser gente super amable, dadivosa y gentil. Como ni queremos el café que el jefe nos ofrece ni fumamos, nos llena los bolsillos de azucarillos, no nos queda más remedio que aceptar el regalo.

Ahora estamos bien colocados, tenemos un cartel, es pronto y hace un frío que pela y a la gente no le da por parar. Pasan un montón de coches con matricula de Sofia, pero debe ser que son de Capi y no se mezclan con chusma como nosotras. NO para ni cristo. Así que empezamos a pensar que deberíamos coger un bus pues estamos helados y llevamos un par de horas ahí. Cuando de repente en frente nuestro para un familiar viejillo que no sabemos si para por nosotros o por qué, ya que el cartel lo tenemos bajado mientras hablamos y no prestábamos mucha atención. El tipo es un tio increíble y un conductor excepcional y en nada y menos, tras adelantar a casi todos los que nunca pararon, estamos en Sofía. 200Kms en 6 horas, gasto 0 euros.

Por fín, ¡¡¡comemos vegetales!!!! y es que en Rumania no había forma de encontrarlos y, sin embargo, ni el cirílico nos impide encontrarlos aquí.

Luego nos juntamos con Elena, ella será nuestra host esta noche, ella y sus dos compañeras de piso. Dejamos la mochila en su oficina y nos vamos a dar un paseo por Sofía.

La verdad, no hay mucho que ver y lo que hay no nos hace mucha gracia, así que nos vamos a comprar verdura para hacer una ensañada, patatas, cebollas y huevos y... una sartén Im-presionante. Hoy voy a hacer un tortillón de patatas!!!!

Vamos con Elena a casa, ella da allí clases de español, pues estuvo en España algún tiempo y lo habla perfectamente, así que me paso la tarde hablando con sus alumnos que se avergüenzan y no pueden casi soltar prenda y les voy explicando algunas cosas. Vamos que hoy me toca currar, enseñanza no formal para adultos.

A la noche, espectacular cena, estupenda charla con las “compas” de piso y con Elena y, a la cama, que estamos hechos polvo.

Día 10 de Abril

Nos levantamos pronto, hoy queremos hacer autostop hasta Stara Zagora, pasando primero por Plovdiv. Le preguntamos a Elena pues ella también usa el autostop, donde ponernos a hacer. Nos dice que a las afueras de la ciudad, al lado de unos bares pasada la Opel. Cogemos el trolebus y luego un bus más y, después, todavía nos toca andar un rato más. Hoy también vamos armadas con un cartelito de lo más claro “Plovdiv - Stara Zagora”. Nos cuesta un buen rato que alguien pare, casi una hora. Eso sí, el que para, al igual que los anteriores, majisimo y excepcional conductor. Nos lleva a toda velocidad hasta Plovdiv. Al principio ya nos dijo que él iba a Stara Zagora, pero debió entender que nos daba igual. Cuando luego, tratando de contarle cosas vio que queríamos ir a Plovdiv, para estar seguro, llamo a otro amigo que hablaba inglés y nos lo pasó. Debía ser el 5 coche que cogíamos y la 3ª o 4ª persona que llamaba a algún amigo que hablase inglés o castellano y nos lo pasaba. Tras la primera llamada se llamaron dos veces más, debió de buscar en googlemaps la salida que más cerca estuviese del pueblo, porque el no podía meterse tenia alguna reunión importante y a juzgar por lo que costaba el coche, no debía de ser de las que se podía llegar tarde con la escusa de recoger autostopistas.

Perfecto, nos para en una salida que no viene en los carteles principales, la segunda a Plovdiv y nos dice que solo hay un km andando... Bueno, según andamos sacamos el dedo... “que ande el km otro...” y VOILA! Nos para una pareja, él Bulgaro, ella Rusa, la Otra ella Polaca y yo de Bilbau. Cuatro nacionalidades en un coche que viajan cuatro personas. Nos entendemos bien y nos dejan en el mismo centro.

Andamos hacia allí, andamos hacia aquí. Sacamos dos fotos. Nos miramos.

¿Y esto es lo tan impresionante que era Plovdiv? “Mira una oficina de información turística”.

Ostia hemos pasado dos veces por al lado del casco viejo y no lo hemos encontrado, parece que toca otro paseo... ahora sí...

Es precioso. Comemos allí mismo algunos platos típicos y toca buscar un bus que nos lleve a Stara Zagora, la salida del pueblo está a un par de kms y estamos demasiado llenas después de comer. Además la estación de buses no está lejos.

Siestón! Llego a Stara Zagora que ni me h enterado de que ha pasado. Aunque he de reconocer que cuando se fueron todos los autobuses que estaban allí parados y llegó el nuestro casi nos meamos de la risa. Porque vimos otro microtruño marcha atrás dando petardazos por el tubo de escape y ya casi que fue risa nerviosa entre desesperación y resignación. Como decía, yo caí rendido. Así que tan malo no sería aquello.

Al de X tiempo llegamos a Stara Zagora que a todo esto aun no teníamos alojamiento, hasta que, ya en Plovdiv o en el autobús camino a Stara Zagora, no recuerdo bien, nos llega un mensaje de Elena: “una amiga nuestra de Stara Zagora os alojará esta noche”. Efectivamente, llegaos y mientras tomamos una cerveza aparece ella en el bar donde le decimos que estamos. Nos enseña donde trabaja, nos presenta a su compañero de trabajo y de piso. Y tras unas comprillas vamos a casa. Una gente increíble, una cena estupenda y bien de varios licores que entran muy bien. Yo estoy tostadísimo cuando ya, no sé a qué hora decidimos irnos a dormir. Mañana todavía hay que hacer autostop a Veliko Tarnovo.

Día 11 de Abril

Ella tiene que ir a currar, pero él nos enseñará dónde hay que ponerse a hacer hitchiking para ir a Veliko Tarnovo. Por el camino desayunamos unos dulces típicos de por allí y al de mucho rato llegamos andando a la otra punta del pueblo, ese es el sitio: nos despesdimos y sacamos el cartel, esta vez y ya que dormiamos en casa de artistas, el cartel tiene una decoración estupenda. Un solecito, un corazoncito... asi no es posible que no nos paren.

Pasa la gente y nos sonríe, algunos nos saludan, alguno pita y siempre hay el que ve en el edificio de enfrente algo más interesante para no mirarte. Bueno... Gira un coche 180º y se para a nuestro lado. Ostia, si este ha pasado y nos ha sonreido antes!!! Nos explica que no va a Velinko Tarnovo, pero que nos puede acercar hasta el siguiente punto donde se hace autostop. De hecho como no está seguro de que le hayamos entendido, para que estemos tranquilos y quedarse él más tranquilo también, llama a un amigo que habla castellano. Me lo explica, no hay problema.

En ese segundo punto nos cuesta un poco más encontrar a quien nos lleve, es casi medio día. Al final para un abuelillo en un coche furgoneta. El tio no va, tampoco a Velinko Tarnovo, pero se desvía de su ruta ynos deja al lado de una Gasolinera en la carretera que sí que va hacia allí. Nos deja y se va por donde ha venido. La gente en Bulgaria es extremadamente amable. Nos impresiona. De ahí en menos de 5 minutos nos recoge un camionero, yo tenía ganas de probar a ir en un camión de autostop. El tío tampoco habla ni papa de inglés pero nos sonríe y nos explica por gestos algunas cosas y se interesa por nuestras vidas, aunque la comunicación no es fluida.

Nos deja a las afueras, en un recito industrial a donde él iba. Nos parece perfecto, andaremos 4 kms o así hasta el albergue juvenil que nos han recomendado la gente de Stara Zagora. El albergue sin más, un albergue, a mi para como está el sitio y comparando con lo que hemos pagado en pensiones y hostales los días que así nos hemos quedado, me parece caro. Pero bueno... las vistas son impresionantes.

Nos damos un paseo por allí y comemos una ensaladita y un postre, hace bastante calor y no podemos comer más. Además he engordado ya como 2 kg en lo que llevamos de viaje.

Tras un paseo por todo el precioso recinto antiguo nos vamos a cenar a donde nos han recomendado en el albergue, muy cerquita de allí un tío que da comida típica de allí y que en el albergue nos dijeron que no le gustan los extranjeros ni la gente que habla idiomas.

Dicen que es un poco borde con toda la gente no-bulgara. No sé que me imaginé antes de entrar, pero con nosotros el trato fue excelente, nos aconsejó, nos trajo y nos cuidó... y la comida era buenísima. 500 gramos más a añadir a mis 2kg de exceso que ya tenia.

Dia 12 de Abril

Hoy tenemos la difícil tarea de ir hasta Bucharesti. La gente que regenta el albergue resultas ser autostopistas hippies así que nos dicen donde ponernos, bajando por una senda que podrías despeñarte y cruzando el túnel que atraviesa el pueblo, ese es el mejor sitio porque hay sitio para que paren.

Pega el sol, hoy el frio no es el problema, pero no para ni el tato. Pasa el bus que habiamos mirado por internet a las 11:00 a Ruse, mira, es puntual. Ahora sí, hasta las 15:00 no hay más y eso nos pondría difícil llegar hasta Bucharest. Al final para un tio que lleva los asientos de atrás llenos de trajes blancos. Luego nos explica medio en inglés medio en italiano y Bulgaro, que el se dedica a la confección de esos trajes y que los exporta y me da una tarjeta “para que los exportemos a España”. Ahí, hasta los viajes de placer (que no sé si hay otro tipo de viajes) se convierten en viajes de negocios.

Este tio es el primero de quienes nos ha recogido que no demuestra una gran pericia al volante. No obstante se agradece que nos lleve, que sea tan majo y que haga de esa mañana una mañana tan amena.

Finalmente, no iba a Ruse, sino al pueblo anterior, así que nos deja en una marquesina de bus y seguido nos recoge otro en una furgoneta. Conduce como dios y muy rápido. Impresiona con lo grande y viejo que es el trasto que pueda ir así. En un rato estamos en la carretera principal de Ruse hacia la frontera. Hacemos un nuevo cartel,  pero nadie nos recoge.

Pasa mucho tiempo con el calor del medio dia apretando y sin haber comido. Al final para un taxi, dice que nos lleva al otro lado por 5 euros, aceptamos. Dentro del taxi empieza la aventura del dinero. Pagamos e peaje de la frontera, nos “cambia moneda” para que podamos coger el bus “dice”. Yo llevo moneda de sobra y no me apetece discutir nada. Le pregunto a Gosia, “¿si en vez de 5 son 10, está bien también?” Dice si, así que adelante, lo que queda se lo doy de propina para que se lo coma con papas. Nos deja dentro del bus que va a Bucharest. Si, el tío debía saber los horarios porque condujo rápido para llegar 5 minutos antes de que saliese el bus.

Nos dormimos, hacer autostop es gratis, pero no es descansado. Nada más llegar compramos queso, pan y agua, hoy tocan bocadillos. Nos fundimos medio queso, toda la pedazo de barra de pan y el agua.

Ya podemos ir a buscar donde nos alojamos hoy. Hoy nos alojan una pareja joven de couchsurfers, él ingeniero, ella traductora freelance. Vamos allí, es una gente muy muy agradable, damos un paseo por los alrededores de su casa, por un precioso parque con un gran lago y vamos a cenar.

Es genial. Una pena que a la mañana siguiente ya tengamos que marcharnos. Todavía tenemos que ir a Ploiesti a por nuestra ropa de moto.

Día 13 de Abril

Bucharesti – Ploiesti. Hoy utilizaremos el tren ¿por que es más cómodo? NO, porque es lo único que nos queda por utilizar, ya que llegamos en avión, empezamos por allí en moto, pasamos a coches, monovolúmenes, camiones y camionetas, buses y, nos falta, el tren.

Tenemos que ir de pie hemos cogido los billetes de clase “B”. No somos bienvenidos en la clase “A” y a Gosia le da vergüenza sentarse si no lo ha pagado, ni que decir tiene que yo ya estaba sentado, pero me levanté por no dejarla sola. :D

Bueno, llegamos a Ploiesti, vemos a la perrucha que ya a sido madre, tiene a todos los peques alrededor y no se mueve del cesto. Desde luego la maternidad la ha cambiado, tan solo unos días antes, cuando la conocimos correteaaba y no paraba. Anne y Vlad están reventados, no han pegado ojo y a la tarde aun tienen que ir a casa de sus padres o hacer algo. Así que estamos un rato con ellos y luego Vlad nos acerca hasta la parada de buses y le explica al conductor que queremos que nos pare al lado del aeropuerto. Hemos pensado pagar un día más de hotel de lo que teníamos pensado. Usaremos los dos últimos días para ver Bucharest y descansar.

En el hotel una ducha y... “¡¡¡Dios, no me quito la sensación de suciedad, yo no aguanto más estos pantalones!!!!” Vale, sí, también es cierto que siempre he sido un puto maniático de la limpieza, pero es que tantos días de perroflauta con los mismos pantalones me está matando.

Preguntamos al de recepción a ver si hay un bar en el pueblito que hay cerca del hotel. Nos dice que no. Yo no me lo creo. ¿Donde se ha visto un pueblo sin iglesia? Y ¿a donde iríamos a rezar los vascos y Polacos si no hay bar?

Vemos uno cerrado y un restaurante. Suficiente. Pero, lo primero, es lo primero y, lo importante en este asunto era: el concepto. Yo quiero, necesito. Imploro por unos pantalones. Vamos a una tiendecilla, 70 leis unos vaqueros, pero me quedan 4 tallas grandes incluso con los 2 kg y medio de más que llevo en la tripa. Vamos a otra, me dice que no tiene vaqueros para mí. Yo es que nací ateo. Le digo si puedo probarme unos pequeñajos que he visto a la entrada, me mira como las vacas al tren y me dice que sí. Luego me dijo Gosia que hizo un gesto como que estaba mal de la cabeza. Pues, seguramente razón no le falte, pero fijo que no es por probarme ropa. Pequeños. Cagontó! “Gosia tráeme los otros talla 40 de la entrada, porfaplis”: PERFECTO. Tienen diamantitos, pero están limpios y no se me caen demasiado. Jajajajajaja Soy el rey del mundo!!!!!

¿Me los envuelve? No estos me los llevo puestos, digo los mios. Gosia se mete al probador mientras con otros. Sale con ellos puestos y le da los sucios. La señora no cabe en su asombro pero nos da dos bolsas y nos pide 20 + 20 leis. Atención a la jugada que son 10 euros en total!!!

Los reyes del mambo, limpios por lo mismo que pago una cerveza un sábado a la noche.

Cenamos por allí, prefiero un restaurante a un hotel que no tiene casi movimiento para cenar.

Día 14 de Abril

Sres, Sras esto va tocando su final. Mañana saldremos hacia Bilbao a als 5 de la mañana. Solo nos queda hoy para acercarnos hasta Bucharest y verlo un poco, comer por allí y tomar alguna cerveza.

Bucharest, si te gusta el Athletic y quieres ir a verlo, igual el estadio merece la pena, pero sino... Vamos que el hijoputa del dictador que estuvo aquí lo unico bonito que hizo y que no he podido ver debe ser el puerto de Transfalgarsa que lo he tenido que dejar para la siguiente.

El día es agradable, vemos todo lo que nos recomendaron los lugareños. Pero visto transilvania, Bucharest no parece que merezca nuestro tiempo. En mi opinion no merece el tiempo de nadie.

Volvemos sobre las 5 al hotel, siesta, cenita, y a dormir, porque mañana hay que levantarse pronto. Empieza ahora el diseño de las vacaciones de verano, en las que no tendré un duro porque tengo que terminar de pagar el monto gordo de la bmw. ¿Cómo lo haremos?

Día 16 de Abril

Postviaje: Ya en casa...

Efectivamente, sobrevivimos al Cascarrio, a lo supuestamente peligroso del país y,la planta, a toda la tortura e inclemencia de viaje a la que la sometimos.

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